La fase de engorde se ha extendido durante 3 semanas aproximadamente, normalmente, se puede engordar el fruto en algo menos de tiempo pero, este año la meteorología no ha sido favorable. Así que, vamos a tener que darle unos días más para intentar obtener el mayor número de piezas con un tamaño óptimo para su comercialización.
También comentaros que a principios de semana se inició una de las tareas que solemos realizar año tras año, "cerrar todas las ventanas y bandas de la nave" durante la tarde y volver a abrirlas al día siguiente cuando las temperaturas sobrepasan los 35º Centígrados (suele ser entre las 11h y las 12 h del día).
Esta tarea se realiza con la intención de crear condiciones de humedad dentro del invernadero. No se sabe a ciencia cierta pero SE CREE que mantener un alto grado de humedad ayuda en el proceso de ESCRITURADO del fruto. Y digo se cree porque hay años que aunque ayudemos a crear las condiciones de humedad dentro de la finca, los frutos se niegan a escriturarse. Esto es un problema para el productor a la hora de la comercialización, puesto que el fruto que no esté un poco escriturado ya no podrá clasificarse como de primera Calidad y tendrá que formar parte de la Segunda.
A continuación, podéis ver a través de las imágenes como ya contamos con algunos melones que se encuentran en pleno proceso de escriturado. De ahora en adelante, será cuando los frutos intensifiquen más su escriturado. Esta variedad, suele "rayar" los melones en los días finales del cultivo.
Para finalizar la publicación de hoy quiero mostraros una imagen donde se visualice alguna planta con problemas de Micofarela. El nombre habitual para designar esta patología por los expertos es "chancro gomoso del tallo" causado por el hongo Didymella bryoniae.
La infección que provoca se muestra con manchas marrones en las hojas y tallos. Si dicha infección no se erradica, esta se va adueñando del tronco de la planta impidiendo el transporte de nutrientes y llegando a producir en los casos más extremos la muerte de la planta.
En el caso de la imagen superior, la patología se encuentra mas o menos controlada y si la situación no se agrava la planta conseguirá sobrevivir hasta el final del cultivo. Para su control utilizamos los ya mencionados durante algunas de las entradas anteriores tratamientos con fungicidas (Ortiva y Bravo) y el agradecido viento de levante que "reseca" bastante las lesiones y permite que no se sigan propagando a lo largo de los tallos de la planta.
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